Para muchas personas, puede parecer imposible que los dos mejores jugadores del mundo tengan una buena relación y, aunque no se haya hecho pública, son varios los gestos que lo confirman. Solo hay que ver al hijo de Cristiano Ronaldo saludando como un fan más a Lionel Messi en la gala del Balón de Oro donde ambos competían entre sí por el premio individual.
Pese a ser muy distintos, ambos comparten esa ambición por dar lo mejor de uno mismo y conseguir los mejores resultados posibles. En el caso de Messi, el talento se impone al trabajo, mientras que Cristiano Ronaldo es un verdadero ejemplo de trabajo para reunir unas condiciones físicas excelentes con el fin de lograr excelentes resultados. Como norma general, las casas de apuestas como las que se encuentran en https://oddspedia.com/es/cuotas suelen tener a Messi y Cristiano Ronaldo como favoritos a ganar el Balón de Oro. Esto es algo admirable ya que, pese a haberlo ganado cada uno en varias ocasiones, han sido capaces de seguir superándose y lograr más galardones individuales.
En numerosas ocasiones, los medios de comunicación han intentado crear una tensión que no existe entre los dos jugadores. De hecho, es evidente que se tienen un gran respeto entre ellos y han compartido opiniones cada vez que han coincidido en un evento. Uno como líder del Barcelona, el otro como líder del Real Madrid, ambos con el mismo objetivo de llevar a su equipo a lo más alto de la clasificación y que su legado quede marcado en la historia.
En diferentes declaraciones públicas, Messi destacó que no tiene una relación de amistad con Cristiano porque coinciden muy poco y sus vidas apenas se juntan. Ambos jugadores tienen sus respectivas familias y la marcha de Cristiano Ronaldo a Italia hizo que apenas se viesen, ni siquiera sobre el terreno de juego. Los dos jugadores se consideran compañeros de oficio, pero si algo se puede dar por hecho es que ninguno hubiese sido tan bueno si no existiese el otro.
Competencia por ser el mejor
Es complicado encontrar una rivalidad tan larga como la que han protagonizado Cristiano y Messi durante tanto tiempo, sobre todo al tener en cuenta que han estado al máximo nivel durante más de una década y es muy complicado mantener ese ritmo. La ambición se alimenta de las ganas de mejorarse en todo momento, luchando siempre por lograr la victoria en las máximas competiciones posibles.
En el caso de que Messi hubiese jugado sin la competencia de Cristiano, podría haber hecho que se relajase y los aficionados podrían haberse perdido muchas de las obras de arte que el argentino les ha regalado en forma de goles. Lo mismo ocurriría si fuese al revés, aunque la ambición de Cristiano Ronaldo viene por naturaleza y no le hace falta competencia para luchar por ser el mejor.
Los números avalan a ambos como dos de los mejores futbolistas de la historia, pero también se recordará la cordial relación que mantienen. Es complicado recordar una salida de todo de alguno de ellos en la que critique a su rival por algo ya que la admiración es mutua.