Trump, un billón de…
 
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Trump, un billón de petrodólares saudíes…y el regreso del llorón penalero de Madeira a EEUU

hector
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El llorón penalero de Madeira vuelve a pisar suelo estadounidense… y, casualidad de la vida, justo cuando Trump recibe al príncipe saudí MBS que anuncia un billón de dólares en inversiones en EEUU…

Mejor ni imaginar lo que dirían los bichidiotas si el que apareciera en ese contexto fuera Messi. Estarían en llamas, inventando otra de sus tropecientas teorías conspiranoicas ridículas.

De hecho, estos bichiciotas ya se inventaron hace nada una reunión secreta entre el jeque de Catar, Infantino y Messi… con imágenes generadas por IA que daban pena ajena.

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El famoso mundo para-lelo de los bichidiotas…

Pero luego llega la dura realidad, esa enemiga mortal del bichidiotismo, y resulta que la foto verdadera se parece muchísimo más a ESTO:

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Aviso: sí, esto también es IA. Lo aclaro porque a muchos bichidiotas les basta un píxel borroso para creerse cualquier boludez.


 
Posted : 18 de November de 2025 23:16
Django Galeano
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Nuevamente el Universo conspirando contra los conspiranoicos, just in time…

Es increíble como en los últimos 4 / 5 años se han desmontado casi la totalidad de los relatos del colectivo bichidiota. Al punto que se han convertido en los memes más virales de las redes.

El Karma (ó también la Tercera Ley de Newton) en su máxima expresión.


 
Posted : 18 de November de 2025 23:46
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hector
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Posted by: @django-galeano

Nuevamente el Universo conspirando contra los conspiranoicos, just in time…

Es increíble como en los últimos 4 / 5 años se han desmontado casi la totalidad de los relatos del colectivo bichidiota. Al punto que se han convertido en los memes más virales de las redes.

El Karma (ó también la Tercera Ley de Newton) en su máxima expresión.

Lo más hilarante es que cada vez que inventan una tontería sobre Messi, el tiro siempre les sale por la culata.

Estos bichidiotas llevan días con su farsa de la reunión secreta entre el jeque de Catar, Infantino y Messi… y ¡zas! resulta que el jeque saudí se reúne con Trump para anunciar inversiones multimillonarias, y ¿adivina quién aparece como invitado especial? Sí, el llorón penalero de Madeira…

Imagínate la escena en su mundo para-lelo: todo planeado para Messi, y zas… se topan con la cruda realidad.


 
Posted : 19 de November de 2025 00:37
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Alex Mostovoy
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En estos momentos, Cristiano Ronaldo está en una cena reunido con:

– Elon Musk

– Donald Trump

– El Principe Mohamed Bin Salmán

– Giggi Infantino

– Entre otras personalidades poderosas de la politica, negocios, etc…

 

 

 

El que tenía todo el Sistema en Contra, el que no se juntaba con las Elites, el que su carrera la llevaba sus hermanas por Twitter…..

Es tan maravilloso ver como están cayendo los salibazos de los Ronalidtas en sus mismas caras después de haber escupido hacia arrriba.

 

CINE.

 

 

 

 

 


 
Posted : 19 de November de 2025 00:53
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hector
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Posted by: @alex-mostovoy

En estos momentos, Cristiano Ronaldo está en una cena reunido con:

– Elon Musk

– Donald Trump

– El Principe Mohamed Bin Salmán

– Giggi Infantino

– Entre otras personalidades poderosas de la politica, negocios, etc…

 

 

 

El que tenía todo el Sistema en Contra, el que no se juntaba con las Elites, el que su carrera la llevaba sus hermanas por Twitter…..

Es tan maravilloso ver como están cayendo los salibazos de los Ronalidtas en sus mismas caras después de haber escupido hacia arrriba.

 

CINE.

El mundo para-lelo de los bichidiotas:

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vs la cruda realidad:


 
Posted : 19 de November de 2025 01:07
hector
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Posted by: @alex-mostovoy

el que su carrera la llevaba sus hermanas por Twitter…..

Extractos seleccionados del libro Cristiano de Thierry Marchand, periodista de L’Équipe y France Football:

Mendes y la Juve habían tirado la casa por la ventana. Tras el encuentro, dentro de una furgoneta negra con cristales tintados, el chófer del agente desafió los atascos a la salida del estadio para llevarnos al J Hotel, el flamante establecimiento de diseño moderno y depurado, propiedad del club turinés, situado a apenas unos cientos de metros del recinto deportivo. Andrea Agnelli, reconvertido en portero por un día, nos esperaba allí. Con una sonrisa franca, barba de tres días y un look elegantemente informal —no estamos en Italia por casualidad—, el carismático heredero de FIAT y dueño de la Juve nos abrió la puerta de servicio y nos condujo al gran salón de recepción, donde ya estaban Pavel Nedved, antiguo Balón de Oro y entonces directivo del club; Gianluigi Buffon, el eterno guardameta con aire de Casanova; la discretamente distinguida pareja de Agnelli; y los encargados de comunicación de Cristiano, entre ellos un recién llegado: Rui Pedro Braz. Braz era entonces un periodista de televisión, muy cercano a CR7 y con mucha influencia en Portugal. Hoy en día preside el club más grande del país, el Benfica. Unas horas antes lo había conocido en el salón del Palace Hotel, donde Mendes me había citado para un afternoon tea antes de partir hacia el Allianz Stadium sobre las 18:00. Onofre Costa, recientemente nombrado jefe de prensa de la FIFA, había dejado su puesto junto a Cristiano. Por un juego de sillas musicales, Braz ocupó el lugar vacante. Pero su función, menos protocolaria, se parecía más a la de un jefe de prensa personal que a la de un responsable de comunicación institucional. En las 48 horas siguientes a nuestra reunión, me envió una avalancha de información destinada a realzar el panegírico de Cristiano, y así aumentar sus opciones para el Balón de Oro 2019, donde Messi y el defensa neerlandés del Liverpool Virgil van Dijk partían como favoritos. Se trataba, en ese caso, de estadísticas sobre récords que CR7 acababa de batir o estaba a punto de hacerlo: primer jugador en marcar 30 goles o más durante trece años consecutivos, primero en ganar las ligas inglesa, española e italiana, primero en alcanzar las 100 victorias en Champions… Un inventario de dieciséis logros, solo para el año 2019. El delantero portugués no dejaba de mover las líneas de la historia.

La llegada de Braz al círculo de comunicación de CR7 no fue casualidad. Respondía a la voluntad de reconstruir el relato del delantero después de su fracaso en el Balón de Oro del año anterior.

Había, por tanto, que volver a dar impulso mediático al mayor futbolista lusitano de todos los tiempos. Impulsar una nueva dinámica, como ese país en los márgenes del sur de Europa siempre ha sabido hacer a lo largo de los siglos para hacerse notar. Porque si bien, por su tamaño, su geografía y su economía, Portugal no tiene la huella de un gigante, ha logrado imponerse de nuevo como un protagonista inevitable del escenario futbolístico desde el surgimiento de CR7. El efecto Ronaldo, al que hay que sumar el impacto de Mourinho, generó una bola de nieve a principios de este siglo: la influencia de Jorge Mendes, su agente común, y la aparición de una diáspora futbolística que va mucho más allá del césped. En la época en la que realizo esta entrevista, Portugal es campeón de Europa. Onofre Costa se ha convertido en jefe de prensa de la FIFA y Pedro Pinto, también ex periodista y portugués, ocupa el mismo cargo en la UEFA, los dos organismos más influyentes del fútbol mundial. Fernando Gomes da Silva es vicepresidente de la UEFA y miembro del comité ejecutivo de la FIFA. Portugal ha sabido posicionarse estratégicamente en todos los frentes: desde los campos de juego hasta los banquillos, pasando por las oficinas… e incluso las aulas, ya que se imparten cursos de gestión deportiva para ejecutivos del fútbol en universidades locales. No se trata de una nebulosa que haya sido creada directamente por Cristiano, sino de un auténtico monstruo marino, cuyos tentáculos gigantescos envuelven ahora el mundo del fútbol con toda su fuerza.

– «¿Cómo te sientes?»

Con esa pregunta de tono lastimero y de una banalidad absoluta, empecé la conversación, decidido a que las palabras de Cristiano fueran mi postre del día. El tiramisú no me había dejado satisfecho. El tema —no del todo definido— pretendía ser amplio. Sus límites abarcaban el partido de Copa de Europa de esa noche, el fútbol en general, la vida, la muerte, la eternidad… Evidentemente, jamás habría comenzado una entrevista de esa manera. Cuando se está trabajando, la familiaridad está prohibida. Tampoco esperaba que me soltara todo lo que llevaba en el corazón, aunque sabía que estaba cargado. Mendes me había contado su trauma. Cristiano arrancó directamente con un: «¿Cómo pudisteis darle el Balón de Oro a Modrić?», que, al menos, tuvo el mérito de reventar de entrada un absceso visiblemente purulento y con un año de antigüedad. Entonces le recordé las reglas: cerca de doscientos jurados internacionales, un voto por país, y la voluntad expresa de la redacción de France Football de no influir en la opinión de cada votante. Él sabía todo eso, claro está, intelectualmente hablando.

– «Pero el tipo del Caribe, que ve tres partidos europeos al año, ¿cómo hace para votar?»

El argumento era imbatible. Y por mucho que le explicara que los jurados eran periodistas deportivos con experiencia, cuidadosamente seleccionados por nosotros, su expresión escéptica me dejó claro que no iba a tragarse lo que —si bien no era una mentira— tampoco era una verdad del todo convincente.

Los minutos desfilaban en la esfera de mi reloj. Casi las 3 de la madrugada. La cuenta atrás empezaba a desgranar los preciosos instantes de confidencias, cuando la conversación se detuvo en el tema del momento, o al menos en el que me había traído de nuevo al Piamonte: el Balón de Oro 2019. Cristiano no era del tipo que te presume sus méritos como un vendedor de feria, ni tampoco trataba de convencerte formalmente de su grandeza. Ese papel se lo dejaba a su equipo de comunicación, perfectamente engrasado. Lo más curioso, de hecho, era que alguien aún creyera necesario imponerme ese tipo de discurso comercial tan repetitivo. Pero había, de forma constante en CR7 y su entorno, esa necesidad de explicar, de justificar, de convencer, que en el fondo no reflejaba otra cosa que una sola: la duda. Esa duda insidiosa y persistente que tenía nombre y apellido: Lionel Messi.  «El otro tipo», como decía Mendes.

Cristiano respetaba lo que hacía Messi. Desde el fondo de su honestidad, estoy convencido incluso de que lo admiraba. Y quizás por eso mismo no odiaba al jugador, sino al hombre.

– «Es tan fácil quedarse en tu burbuja cuando tienes éxito», me soltó de repente, sin nombrar jamás directamente a la persona que alimentaba su resentimiento. «No salir nunca de tu zona de confort, como he hecho yo siempre. Mírame: tuve el valor de venir a Turín, de cambiar de club, de liga, de cultura futbolística. Me puse en riesgo. Tomé ese riesgo que, estoy seguro, me hizo perder el Balón de Oro el año pasado. No me arrepiento de nada, pero…»

Esa conjunción lo delató. Ese “pero” significaba, evidentemente, que sí, claro que se arrepentía.

Entonces decidí, probablemente para llevarlo hasta sus últimos rincones de vulnerabilidad, contarle mi primer encuentro con Messi, aquella visita a su villa en Castelldefels. Fue un lunes por la noche, ventoso y lluvioso, a finales de noviembre de 2009. Junto a otros cuatro periodistas de la redacción de France Football, habíamos ido a anunciarle al prodigio argentino que sería el próximo Balón de Oro. Su primer Balón de Oro. El delantero del Barça ya había sido avisado de nuestra visita. Uno no se presenta en casa de un jugador de ese calibre con un pack de cervezas bajo el brazo para improvisar una visita melancólica. Su padre y su agente de comunicación ya le habían puesto sobre aviso de la llegada de la delegación de FF, hacia las 19:30. En la penumbra de un invierno que apenas asomaba, cruzamos el portón de aquella amplia residencia, tenuemente iluminada, en un barrio ultra protegido y vigilado. Big Brother observaba, discretamente. A lo lejos, Barcelona iluminaba un horizonte oscurecido por la noche. Messi nos esperaba tras la majestuosa puerta, en ropa de domingo por la mañana. La televisión encendida delataba que acababa de poner en pausa la partida de PlayStation con la que mataba el tiempo en sus ratos libres. La paternidad aún no había trastocado el orden doméstico de su vida apacible, y su adicción a la consola reflejaba bastante bien el ritmo de sus noches y la psicología de sus veintidós años. Antonella, su compañera de siempre, estaba a su lado como un muro de contención. Para mi sorpresa, Messi pareció descolocado por la ceremonia de nuestra visita. ¿La habría olvidado? Un año antes, por el mismo motivo, Cristiano Ronaldo había recibido al séquito de France Football con una cena fastuosa a la luz de las velas y champán enfriándose en la cubitera. El argentino nos miró con desconcierto. Nos examinó. ¿Ustedes son…? ¡Ah sí, eso, el Balón de Oro!

Messi, evidentemente, no tenía ningún plan para celebrar aquella noche un triunfo que no se oficializaría hasta el domingo siguiente en el plató del programa Téléfoot. Al menos, no con nosotros. Casi nervioso, por no decir incómodo, preguntó de pronto si teníamos hambre. Corrió hacia el congelador, hizo un repaso rápido de los cajones y nos ofreció calentar unas pizzas congeladas, al más puro estilo de colegas que se juntan en casa sin ceremonia. Luego colocó sobre la amplia mesa del salón unas latas de Sprite y cacahuetes, a la espera de que las pizzas se sumaran al gran banquete del Balón de Oro. Era tarde, pero la escena que le relataba a Cristiano le hizo mucha gracia.

– «¿Sprite y pizzas? ¡Ah, no me jodas!»

Su boca dibujó una mueca reprobatoria y muda, que quería decir algo así como: «Qué poco estilo tiene este tío.» En el fondo, eso era lo que molestaba a CR7. Pensaba que Messi era un grandísimo jugador, pero que como persona estaba a años luz de su propia presencia, de su distinción majestuosa, de su aura imponente. El argentino era de otra especie, un talento innato encerrado en su propio genio. El virtuoso no había necesitado cultivarse una imagen, ni devolverle al mundo un poco de la gratitud con la que este lo había colmado. Para triunfar, Messi no había tenido ni que trabajar, ni que correr, ni que convencer. Y era precisamente eso lo que enfurecía a Cristiano. ¿Por qué él? ¿Y por qué no yo?

Sentía cómo le subía la bilis. Pero aun así me quedé estupefacto cuando me soltó esa sentencia despiadada, surgida directamente de su resentimiento atávico:

– «¡Si Messi gana el Balón de Oro este año, dejo el fútbol!»

La carga fue tan sorprendente como violenta. Instintivamente, sonaba como una amenaza disuasoria, y destilaba todo el rechazo que le provocaba aquel sin el cual habría reinado, sin discusión ni rivales, sobre el reino de los «pingüinos», como se suele apodar al mundo del fútbol. Esa diatriba significaba, sobre todo, que una nueva victoria del argentino le resultaba simplemente insoportable. Supondría el final de esa esperanza omnipresente en él: la de superarlo en el palmarés del Balón de Oro. La de dominarlo. Incluso humillarlo, aunque fuera solo por una temporada. La omnipotencia de Messi lo irritaba tanto que llegaba a hablar de tirar la toalla. Nunca más. Cristiano estaba harto de la sombra tutelar que proyectaban los 1,69 metros de Messi. Harto de verlo resurgir siempre de sus cenizas. Eso es lo que revelaba, en el fondo, esa frase tan cargada de sentido: un testimonio de impotencia. No, no había que tomarla literalmente y anunciar su retirada al día siguiente. CR7 era un irreductible, y jamás dejaría las armas. Pero estaba cansado. Un hartazgo pasajero, sí, pero hartazgo al fin y al cabo. Fue la primera y única vez que lo vi en ese estado de vulnerabilidad. Cuando me despedí esa noche, a eso de las 3:30, pensé que había hecho bien en esperar un año más. Le recordé nuestro encuentro de primeras horas de la tarde con un oportuno «hasta dentro de un rato», y tomé un taxi rumbo a mi hotel, en un Turín completamente desierto. Él me respondió con el mismo «hasta dentro de un rato», y se fue en coche a su casa para someterse a una sesión de crioterapia. No se pierden las costumbres.


 
Posted : 19 de November de 2025 01:25
hector
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Imágenes originales, sin Photoshop ni IA:

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Posted : 19 de November de 2025 02:06
hector
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Posted : 19 de November de 2025 02:09
 J
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@django-galeano es una cosa extraordinaria como les devuelven cada mentira en toda la caripela. 

A Cr7 jugador y a su fandom lleno de enfermitos, caen como naipes. La realidad pega fuerte, tantos años burlandose de Messi, cada peso, cada centavo, cada euro, cada dólar se les está devolviendo a una secta llena de rencor, amargura y bronca acumulada.

El mundial que importa poco, según ellos, los ha destrozado, les ha consumido, han quedado expuestos, han quedado glaseados el ojete. 

Todo es robado, el mundial es comprado, tienen pruebas, tienen todo, lo tienen verificado y asumido que todo estuvo orquestado.

Para que, luego:

Hayan reuniones, de verdad, con un Cr7 y Trump, con el jeque también. Todos en la Casa Blanca, sin bulos, sin orquestas, sin mentiras jajajaja. 

Todo lo que le inventaron a Messi en estos últimos años, toda esa mentira, se vuelve realidad, pero en su ídolo Cristiano Ronaldo 🤣 🤣 🤣 🤣 🤣 🤣 🤣 

Cr7 está haciendo todo lo posible para ganar el torneo de 7 partidos que no definen nada jajaja…


 
Posted : 19 de November de 2025 02:10
Misterer reacted
(@misterer)
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Honorable Member
 

¿Podría existir alguien más hipócrita y más brutalmente retratado por la realidad que los penosos antifútbol madribichistas? Realmente lo dudo mucho. 

Existe y ha existido gente más repulsiva y desgraciada en su hipocresía, pues en esos casos se trata sobre temas de genuina importancia, no del «simple» fútbol. Pero, tristemente, estas personas no han sido tan destrozadas por la realidad, al menos no de forma tan generalizada y ampliamente comprobable. Es a los madribichistas a los que la vida los ha cagado con toda la fuerza posible que el karma (que, desde luego, no existe) podría ejercer jamás. Y aunque no es más que una pequeña consolación, definitivamente resulta catártico ver a esos miserables ser absolutamente aniquilados por el peso de sus propios penosos ideales, de sus propias ridículas palabras, de sus propias absurdas conspiraciones y de sus propias repugnantes persecuciones. 

Maravilloso… y, al mismo tiempo, repugnante. Totalmente orwelliano que una constante retratada de tal magnitud sea constantemente minimizada, casi invisibilizada, por medios, redes y opinión pública por igual. Esta es una sociedad demasiado despojada de criterio y vergüenza, definitivamente. Demasiado manipulables y demasiado «contentos» con ser manipulados.  

Aún así, no deja de ser divertidamente reconfortante ver algo así.

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Posted : 19 de November de 2025 02:37
hector
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Posted by: @alex-mostovoy

En estos momentos, Cristiano Ronaldo está en una cena reunido con:

– Elon Musk

– Donald Trump

– El Principe Mohamed Bin Salmán

– Giggi Infantino

– Entre otras personalidades poderosas de la politica, negocios, etc…

 

 

 

El que tenía todo el Sistema en Contra, el que no se juntaba con las Elites, el que su carrera la llevaba sus hermanas por Twitter…..

Es tan maravilloso ver como están cayendo los salibazos de los Ronalidtas en sus mismas caras después de haber escupido hacia arrriba.

 

CINE.

Si fuera Messi, los bichidiotas ya estarían en trance, inventándose una megaconspiración intergaláctica para regalarle al enano hormonado otro Mundial.

Pero como el protagonista es el llorón penalero de Madeira, puf, la narrativa cambia mágicamente. De repente todo es “aura”, “prestigio”, “influencia global”, «los grandes del mundo han elegido a su GOAT»…

La realidad, sin embargo, es mucho menos épica: el jeque saudí simplemente se llevó a su último juguete para enseñárselo a los invitados, igual que un niño presume sus mejores cromos Panini en el recreo.

Ni “aura”, ni “prestigio”, ni milongas: solo la mascota más cara del sportswashing saudí posando donde el jeque lo pone.


This post was modified 4 horas ago by hector
 
Posted : 19 de November de 2025 04:02
hector
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Posted : 19 de November de 2025 04:36
Benigno9
(@benigno9)
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Reputable Member
 

@carlos-Mediavilla No entiendo que esperas por contestar

@Daniel-Morales Cuando dejes de lavar los trastes, pásate un poco por aquí 👍🏽


 
Posted : 19 de November de 2025 06:57
Benigno9
(@benigno9)
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Reputable Member
 

Lo que dices 2 de las peores basuras que existen en YouTube, inventando relatos continuos para desmeritar a uno de los mejores deportistas de la historia… 


 
Posted : 19 de November de 2025 07:05
Benigno9
(@benigno9)
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Reputable Member
 
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Posted : 19 de November de 2025 07:06
(@carlos-mediavilla)
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Posted by: @alex-mostovoy

El que tenía todo el Sistema en Contra, el que no se juntaba con las Elites, el que su carrera la llevaba sus hermanas por Twitter…..

Él no estuvo en la Casa Blanca para que unos periodistillas le monten un relato de lo bien que juega él y lo mal que lo hacen sus rivales.

Tampoco estuvo allí para buscar favores arbitrales (que controla la Fifa-Adidas). Estuvo allí presente por otros motivos. Como dijo recientemente en su entrevista con Morgan, quiere hacer algo para ayudar a la paz mundial. 

Pudiste verlo sentado en la Casa Blanca a la vista de todos. No ha ido alguien de su familia por detrás o algún jefe de prensa pagado para las chorradas de stats, relatos y demás. 

Me encanta ver a CR7 alineado con Trump. Sabe dónde está el lado correcto de la historia. Bien por el bicho. 


 
Posted : 19 de November de 2025 07:28